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Escaleras prefabricadas para piscinas: ventajas de usarlas

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Sin duda, no hay una manera mejor de pasar los meses más calurosos del verano que disfrutar de un baño bien fresquito en nuestra propia piscina. Por ello, somos muchos los que decidimos realizar una inversión para poder disfrutar de una piscina donde poder refrescarnos en compañía de familiares y amigos. Sin embargo, al realizar esta inversión, hay algunas decisiones que debemos tomar.

De hecho, la primera decisión que debemos tomar es si queremos instalar una piscina desmontable o de obra. En otros artículos hemos hablado de los pros y los contras de cada una de ellas, pero, ahora les toca el turno a las escaleras prefabricadas para piscinas. Por ello, vamos a hablar de las ventajas y desventajas que supone su uso y si realmente merece la pena o no apostar por ellas.

¿Qué son las escaleras prefabricadas?

Una escalera para una piscina es un elemento que cumple la función de facilitarnos el acceso al interior de la piscina y también para ayudarnos a salir de la misma de una manera más sencilla. En muchas ocasiones estas escaleras son de obra, tienen distintas formas y forman parte de la propia estructura de la piscina.

En cambio, las escaleras prefabricadas para piscina son diferentes, ya que no forman parte intrínseca de la estructura de la piscina. Es decir, se diseñan y se fabrican previamente para, luego, ser instaladas en una piscina existente. Es decir, están disponibles en diferentes modelos y tamaños para poder adaptarse más o menos a las diferentes formas y profundidades de piscinas.

Pueden estar disponibles en materiales tan diferentes como el plástico, o la fibra de vidrio, pero, seguramente, las más conocidas son las de acero inoxidable y las de aluminio. Asimismo, pueden incluir otros elementos para facilitar el acceso a la piscina y la salida de la misma, como barandillas, iluminación y superficies antideslizantes para garantizar la seguridad.

Esto es muy importante, ya que, dependiendo de los materiales, tendremos un tipo u otro de escaleras prefabricadas para piscinas. En cuanto a la forma, pueden ser verticales o ir ancladas a las paredes de la propia piscina, esto también se relaciona directamente con el material del que están fabricadas.

Tipos de escaleras prefabricadas para piscinas

En el apartado anterior hemos hablado de los materiales a partir de los cuales se fabrican las escaleras prefabricadas para piscinas. De hecho, hemos comentado que dependiendo de los materiales a partir de los que se fabrican, las escaleras pueden adoptar una tipología u otra. De esta manera, podemos destacar cuatro tipos de escaleras prefabricadas para piscinas.

Escaleras de acero inoxidable

Este tipo de escaleras son tal vez las más conocidas, ya que son verticales y elaboradas a partir de acero como material principal. Esto les aporta una gran resistencia tanto a la presión del agua como cuando tienen que soportar el peso de nuestro cuerpo.

Asimismo, también suelen incorporar elementos antideslizantes y barandilla o pasamanos para proporcionar una mayor seguridad. En cuanto al tamaño, existen algunas más grandes y más pequeñas, aunque estamos seguros de que puedes encontrar la que mejor se adapta al tamaño de tu piscina.

Escaleras de fibra

Las escaleras de fibra son tal vez una de las peores opciones en cuanto a escaleras prefabricadas para piscina. Esto se debe a que están fabricadas con plástico y fibra, por lo que no resisten demasiado bien la presión del agua, por lo que no conviene dejarlas metidas dentro de la piscina. Su uso correcto indica que se pueden mojar sólo cuando se vayan a utilizar para entrar o salir, por lo que es recomendable sacarlas del agua cuando no se estén utilizando.

Escaleras de poliéster

Este tipo de escaleras prefabricadas para piscinas se elaboran utilizando el poliéster como material principal. Por ello, son escaleras muy resistentes y pueden soportar tanto la presión del agua como el peso de nuestro cuerpo al entrar o salir de la piscina. Se fabrican en tamaños estandarizados, adaptados a las distintas medidas de piscinas, aunque también es posible fabricarlas a medida para que encajen mucho mejor.

Escaleras de plástico

En este caso, hablamos de otro tipo de escaleras para piscinas, es decir, las de plástico. Este tipo de escaleras incluyen pequeños peldaños de plástico, generalmente 3, y un pasamanos de acero inoxidable. Pueden estar recubiertas de un material antideslizante para prevenir resbalones y caídas. Son una opción bastante útil que, aunque son verticales, también permiten bajar de manera considerablemente horizontal.

Escaleras prefabricadas para piscinas vs escaleras de obra: pros y contras

Las escaleras prefabricadas tienen la ventaja de ser muy fáciles y sencillas de instalar, ya que no requieren la construcción de una escalera en la propia piscina. Esto sería económicamente muy costoso, así como su instalación sería bastante lenta. Esto se debe precisamente a que, para su instalación no se necesita tener que realizar ningún tipo de obra.

Asimismo, también son ideales para que las puedan utilizar las personas mayores y con movilidad reducida, ya que incorporan un sistema que le proporciona una mayor sujeción y estabilidad para evitar caídas. Por ello, es habitual que incorporen una barandilla para poder ayudar a las personas a entrar y salir de la piscina sin problemas.

Otra ventaja de las escaleras prefabricadas para piscinas la encontramos en la seguridad, ya que, como hemos dicho, muchas de ellas incorporan elementos de sujeción que les aportan una gran estabilidad. Pero, además, suelen incluir superficies antideslizantes que hacen que sean especialmente seguras para evitar resbalones y caídas. Todo ello, las hace aptas para que aquellas personas mayores o con movilidad reducida las puedan utilizar.

Por último, debemos tener en cuenta, como una ventaja importante, el precio. De hecho, el precio de las escaleras prefabricadas para piscinas es mucho menor que el de las de obra. Además, su instalación es rápida y bastante sencilla, frente a la instalación compleja de las otras, ya que no necesitan obra. Sin embargo, tenemos que anotar la desventaja de que, al no ser una instalación que forma parte de la propia piscina, debes revisar su estado cada cierto tiempo y sustituirla en caso de notar signos de deterioro.

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