Disfrutar de unos días de vacaciones en nuestra piscina durante los meses de verano es uno de los pequeños placeres de la vida. Gracias a ello, podemos refrescarnos y divertirnos a partes iguales con nuestros familiares y amigos o disfrutar de un baño de relajación al final de los largos días estivales.
Sin embargo, mantener el agua de la piscina en las mejores condiciones para el baño es algo totalmente necesario. Ya que, por naturaleza, esta se suele estropear y corromper con facilidad debido a distintas causas. Entre ellas se encuentra la caída de polvo, piedrecitas, tierra, ramas, hojas o insectos que van deteriorando la calidad del agua de la misma. Además, cuando nos bañamos en ella, también se va deteriorando progresivamente.
De hecho, con el paso del tiempo, en el agua de la piscina van proliferando todo tipo de bacterias, hongos y todo tipo de algas. Cuando la acumulación de estos microorganismos es bastante grande, el agua empieza a oler mal y se muestra sucia. Por lo tanto, ya no se encuentra en condiciones para el baño.
Para poner remedio a este problema, se utilizan determinados productos que permiten mantener la calidad del agua en las mejores condiciones. De esta manera, se mantiene el agua limpia y libre de microorganismos que la vayan corrompiendo poco a poco. Así pues, el agua de la piscina debe ser continuamente tratada con estos productos. Esto se debe hacer durante la temporada de baño, en verano.
Pero también debe hacerse en invierno, utilizando los productos adecuados para el invernaje de la piscina. Gracias a ellos, el agua de la misma se puede mantener en las mejores condiciones incluso de un año para otro. Por ello, en este artículo te vamos a proporcionar una guía básica para el tratamiento de agua de piscinas.
¿Cuáles son los mejores tratamientos de agua para piscinas?
Hemos comentado con anterioridad que existen varios productos que sirven como tratamiento para el agua de las piscinas. De hecho, es necesario contar con alguno de ellos para proporcionar las mejores condiciones para el baño. Por eso, te vamos a mostrar a continuación cuáles son los mejores tratamientos de agua para piscinas:
El cloro es el tratamiento más habitual
Se trata del tratamiento más habitual que encontramos para el mantenimiento de agua para piscinas. Este método consiste en añadir una pequeña cantidad de cloro en el agua para que esta se mantenga limpia y en buenas condiciones para el baño.
El cloro tiene la ventaja de eliminar patógenos dañinos para la salud, como el E.Coli, entre otros. Además, elimina los materiales que los bañistas introducen en la piscina, como el sudor, los aceites y sirve para prevenir la formación de algas y de hongos. También tiene la ventaja de que es un producto fácil de encontrar en distintos formatos (pastillas, gránulos, líquidos) y que se puede utilizar tanto en piscinas interiores como exteriores.
Sin embargo, el cloro también tiene ciertas desventajas. Entre estas, podemos citar que nos obliga a estar constantemente midiendo los niveles de cloro. Ya que unos niveles elevados de cloro tampoco son saludables para el baño porque puede provocar irritaciones en las mucosas y en la piel. También tiene la desventaja de que puede blanquear los revestimientos de vinilo de la piscina y es un producto bastante débil ante los rayos UV del sol.
El sistema de cloración salina
En este tratamiento para piscinas se utiliza un equipo que se encarga, durante un tiempo determinado de separar la sal en dos partes distintas, una de las cuales es cloro. Este sistema sirve, gracias al cloro que se genera, para eliminar todos los microorganismos que aparecen en el agua de la piscina. Además, también previene la aparición de algas.
La principal ventaja de este sistema es que la conversión de la sal y el cloro se realiza en la zona de la bomba de la piscina. Esto quiere decir que el cloro no entra en contacto con el área de baño, ya que, cuando el agua entra en la piscina, se ha vuelto a convertir en sal.
Gracias a este sistema, podemos disfrutar un área de baño totalmente libre de cloro, con agua de mayor calidad y libre de olores desagradables. Asimismo, también se reducen los gastos de mantenimiento de la piscina, por lo que el sistema es más económico que el anterior.
Como desventaja, tenemos que decir que debemos de ir añadiendo sal al dispositivo, así como sigue siendo necesario controlar los niveles de pH del agua. Otra desventaja importante es que la sal puede corromper los elementos metálicos del equipo de la piscina, así como causar problemas en la estructura de la misma.
Tratamiento del agua utilizando oxígeno activo
Este sistema también se conoce como el método del ozono. Para poner en marcha este sistema, que se utiliza para mantener el agua de la piscina, se necesita un generador de ozono. Este se conecta al sistema de circulación de la misma y se encarga de esterilizar el agua mientras pasa el agua por un filtro.
Este tratamiento del agua, gracias al uso del oxígeno activo, tiene la ventaja de eliminar bacterias, virus, parásitos, hongos y algas, etc. Otro punto positivo es que se trata de un método de tratamiento del agua de la piscina seguro y el hecho de que el ozono se genera en el agua de la piscina.
Como desventajas, tenemos que este tratamiento necesita otros productos químicos desinfectantes para desinfectar por completo el agua de la piscina. Además, es un sistema bastante caro, que puede costar entre 1.000€ y 3.000€. Asimismo, el ozono puede tender a acumularse en las zonas cubiertas de la piscina y en alrededor de la bomba.
¿Cada cuánto se cambia el agua de una piscina?
Es cierto que se recomienda cambiar el agua de la piscina por razones de higiene y seguridad. Así como también es necesario para realizar labores de conservación de la estructura de la propia piscina y para garantizar las mejores condiciones para el baño en la temporada de verano.
Sin embargo, salvo que ésta se haya deteriorado en exceso a lo largo de la temporada de invierno, se recomienda no cambiarla todos los años gracias a la utilización de productos de invernaje de piscinas y cubiertas protectoras para evitar la suciedad y la evaporación del agua de la misma.
Esto tiene ventajas bastante notables, como, por ejemplo, el hecho de reciclar el agua durante varios años. Gracias a ello, puedes ahorrar bastante dinero en lugar de volver a llenar la piscina cada año. Esto hace que su puesta en marcha de cara a la temporada estival sea mucho más rápida y sencilla. Asimismo, vaciar el agua de la piscina en invierno no es recomendable, ya que las paredes y la estructura de la misma sufren y se pueden agrietar y deteriorar.
Por ello, en las condiciones adecuadas y utilizando los productos apropiados para su mantenimiento, tanto en la temporada de baño como en invierno, puedes llegar a alargar la vida útil del agua hasta entre cinco y siete años. Recuerda que debes utilizar buenos productos de invernaje de piscinas y un cobertor robusto y de calidad para que el agua de la piscina esté bien protegida. Asimismo, también se recomienda utilizar un limpiafondos que la mantenga en las mejores condiciones.
Claves básicas para el mantenimiento del agua de la piscina
Como hemos dicho, si quieres saber cómo mantener el agua de la piscina limpia, debes recordar algunos consejos que ya te hemos dado. En ellos, encontrarás las claves básicas para hacerlo. Entre ellos, se encuentra el hecho de utilizar un buen método de mantenimiento del agua de la piscina. Además, debes utilizar los productos adecuados, como el cloro, la cloración salina y el ozono.
Asimismo, también debes preocuparte del mantenimiento del agua de la piscina durante la temporada de invierno. Una buena manera de tratamiento para piscinas en estos casos es el uso de productos de invernaje, así como mantener una correcta limpieza de cualquier residuo y utilizar un cobertor de buena calidad que proteja el agua y un buen limpiafondos de piscina. Si sigues estos consejos, su mantenimiento y puesta en marcha serán mucho más fáciles y sencillos de lo que pensabas.